Definitivamente estoy en plena crisis de los 30, aunque ya me pilla con algunos de más….
Luz tenue, cubata de ron cola, cigarrillo a medias y música envolvente, contexto ideal para dar rienda suelta a mis paranoias. La vida es curiosa, la gente es curiosa, todo me resulta altamente curioso. Los valores con los que creías dejan de tener sentido dando paso a nuevos criterios y a nuevas prioridades. El tiempo avanza y nuestra identidad se forma a partir de nuevos pilares. La gente con la que creías encajar, deja de encajarte y los nuevos conocidos te abren puertas que hasta ahora parecían cerradas. Crees que lo sabes todo y no sabes nada, piensas que tu vida tiene un sentido y ahora mismo no lo encuentras, te gustaría salir corriendo y te sientes atado. ¿Qué ocurre? ¿Qué le pasa a mi vida? ¿Qué le pasa a la gente? ¿Qué me pasa a mí? Rodeos, laberintos, caminos sin salida, pero una luz al final que se ilumina, solo hay que alcanzarla y atreverse a cruzarla. Pero el miedo no te deja.
Otro sorbo de cubata, otro cigarrillo a medias, otra melodía que te traslada, otro capítulo que empezar.
Solo sé que hay momentos cruciales en la vida en la que uno debe re-dirigir su vida hacia donde la intuición y el sentido común le habla, le susurra. Hace tiempo que oigo una melodía en mi oreja que me dice, vete, recorre mundo, experimenta, siente, huele, vive. La vida es demasiado corta para vivirla únicamente trabajando, únicamente soñando, únicamente siguiendo el rebaño, hay que desatarse de lo convencional, de lo estándar y de lo políticamente correcto. Es hora de vivir la vida sin convencionalismos sociales y sin la presión del entorno. Hay que aprender a dejar atrás los recuerdos para dejar espacio a los nuevos. Es hora de empezar de nuevo, con nuevas metas, nuevos ideales y nuevos proyectos. Hemos de atrevernos a darle al Alt-Control-Suprimir y resetear nuestras vidas.
Y otro sorbo, otro cigarro y otra canción….